¿Alguna vez pensaste que para ganar dinero tenés que quitárselo a alguien más? ¿O que si alguien se hace rico es porque ha explotado a los demás? Si es así, caíste en la falacia del “juego suma cero”, una creencia errónea que limita tu potencial y te impide crear valor.
El juego suma cero es un concepto llamado teoría de juegos, en el que, lo que gana un jugador es exactamente lo que pierde el otro. Por ejemplo, si dos personas se reparten una pizza, cada trozo que se lleva uno es uno menos para el otro. En este caso, la suma de las ganancias y las pérdidas es cero.
Esta creencia fue muy popular en el pasado, en gente que no tuvo los recursos o a su disposición educación financiera suficiente para llegar a una conclusión diferente. A primera vista, parecería intuitivo decir que el hecho de que una parte tenga más significa que otra tenga menos.
Sin embargo, la economía no funciona así. El dinero no es una cantidad fija que se reparte entre los agentes económicos, sino que se crea y se destruye constantemente.
Pensá en cuando Steve Jobs junto piezas electrónicas que no eran valiosas de por sí, y las unió para inventar el Iphone, creo en ese momento una tremenda cantidad de valor por unidad y dando productividad y posibilidades inexistentes para los compradores hasta el momento. En este momento, la base monetaria se expande para reflejar el valor existente en esa economía.
En contraste, cuando una empresa se va a la quiebra, destruye el valor del dinero que los accionistas tenían invertidos allí, efectivamente achicando la base de dinero disponible.
Es así, que el valor se construye donde no existía, y se destruye donde si lo había, y la económica simplemente refleja ese valor con dinero.
Cuando una persona o una empresa ofrece un producto o un servicio que satisface una necesidad o un deseo de los consumidores, está creando valor. Y ese valor se traduce en ingresos para el oferente y en beneficios para el demandante.
Por ejemplo, cuando comprás un libro que te gusta, no estás perdiendo dinero, sino invirtiéndolo en tu entretenimiento, tu cultura o tu educación. Y el autor o la editorial no te están quitando dinero, sino ofreciéndote un producto que tiene un valor para ti superior al precio que pagas. En este caso, la suma de las ganancias y las pérdidas es positiva.
La falacia del juego suma cero nos impide ver las oportunidades de crear valor y nos hace adoptar una mentalidad de escasez, en la que creemos que hay que competir por los recursos limitados, mientras la realidad es que la oferta de dinero se ajusta o retrae en razón del valor de la economía. Esta mentalidad nos lleva a tener actitudes negativas como la envidia, el resentimiento o el miedo al fracaso.
La alternativa es adoptar una mentalidad de abundancia, en la que creemos que hay suficientes recursos para todos y que podemos generar más valor del que consumimos. Esta mentalidad nos lleva a tener actitudes positivas como la gratitud, la generosidad o el optimismo.
Recordá que crear valor no le quita dinero a otra persona, sino que lo multiplica. Así que deja de pensar en términos de suma cero y empieza a pensar en términos de suma positiva. Vas a ver cómo tu economía y tu felicidad crecen al mismo tiempo.
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